domingo, 5 de agosto de 2007

Lotus



Nombre científico: Lotus maculata
sinónimo - Heinekenia maculata
Familia: Fabaceae
Origen: Islas Canarias


Otros nombres
España: Picopaloma
USA : Lotus vine
UK : Fire vine


Herbácea rastrera perenne que habita en los acantilados costeros del Norte de Tenerife, en zona de matorrales halófito-costeros. Protegida por ley desde el año 2001, pues está en peligro de extinción debido a su uso descontrolado en jardinería, a la acción de herbívoros tales como conejos y lagartos, y a lo reducido de su habitat.

De hojas lineares o estrechamente tubulares de 2 a 3 cms de largo, semi verticiladas, en color verde-azul-grisáceo.
Flores hermafroditas aquilladas, color amarillo con el ápice de los pétalos anaranjados, en grupos de 2 a 4 axilares y/o apicales.
Fruto en legumbre cilíndrica conteniendo 2 ó 3 semillas esféricas u ovoides, lisas de aproximadamente 1,5 mm de diámetro, oscuras.

Un detalle diferente en maceta colgante tanto en interior como en exterior; también como cubresuelo.

Florece desde mediados de primavera hasta mediados de verano.

Para lograr que Lotus prospere y consiga una buena floración será necesario que la temperatura suba a más de 20ºC, y que tenga una ubicación tal que reciba el sol de la mañana o de la tarde, evitándolo al mediodía.

Tolera hasta 5ºC, en zonas de inviernos fríos conviene cultivarla en maceta que se pondrá a resguardo cuando llegue la época de bajas temperaturas.

El suelo de su habitat natural es arcilloso, pesado, con escasa sustancia orgánica, de profundidad reducida y generalmente de baja fertilidad, de modo que cultivándola en casa será suficiente con tierra general del jardín a la que agregaremos un pequeño porcentaje de arena o vermiculita, y algo de humus.

Los riegos son una parte importante del cuidado de Lotus porque el secado de sus raíces es la causa más frecuente de la caída de sus hojas, y si la situación se repite dos o tres veces, puede llevarla a la muerte.
Conviene mantener el suelo levemente húmedo constante, pero sin enlodar, con riegos moderados cada vez que notamos que es necesario, lo que dependerá del clima en el que vivamos.

Si queremos tener más ramas y flores haremos pinzado de los brotes jóvenes en la época en que empieza su actividad vegetativa (generalmente finales de invierno o principios de primavera)

La multiplicación más fácil es por esquejes de tallo (si son jóvenes mejor), que enraizarán más fácilmente con calor, de modo que los haremos en verano.
Por acodos también conviene hacerlos en época cálida.
Por semillas en primavera, se pueden sembrar en lugar definitivo directamente, ya sea en cantero o maceta.
Si decidimos hacer los trabajos de reproducción fuera de la época cálida, se le aportarán artificialmente las condiciones necesarias.

Es atacada principalmente por áfidos; conviene revisar periódicamente y retirarlos a mano cuando son pocos aún, para no tener necesidad de aplicar químicos.

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